Se fue como de costumbre a
su rutina diaria, cuando corría sintió una punzada tan intensa que lo sentó de
golpe, decidió regresar a casa, abrió la puerta y se sentó en su sofá favorito
cuando estaba descansando escucho un
ruido que provenia del segundo piso, decidido descubrir que era, subió las
escaleras haciéndose más intenso, se acerco a la habitación de donde provenía,
sigilosamente abrió la puerta vio un reflejo en el espejo; era su esposa
revestida de pasión junto a una bella mujer, horrorizado por la situación cerró la puerta sin dejar
ninguna muestra de su presencia, con el corazón en la mano y su alma rota cayó de rodillas al piso, pasándole
mil cosas por su cabeza, decidió huir de esa casa, de esa imagen que se proyectaba
una y otra vez en su mente.
Tomo un respiro y retorno como si nada, al entrar
ella lo aguardaba en la sala, se sirvió un trago y de su chaqueta saco un sobre
extraño lo compacto con su bebida y le dio a beber a su esposa, en menos de un
segundo ella sufrió un dolor intenso; él la sujeto en sus brazos y antes de su
último suspiro le susurro, el castigo por tu traición será morir a mi
lado y permanecer vagando por toda la eternidad.

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